Cada día de nuestras vidas ponemos en juego tácticas comunicacionales para el desarrollo de nuestros objetivos, tanto los explícitos y socialmente requeridos, como para los ocultos. Cada objetivo cumplido es una táctica útil y por lo tanto repetible. La repetición de esas tácticas nos darán experiencia y harán a cada paso, más coherente la estrategia.
Según Simón Sinek “the Golden Circle of human innovation”, las estrategias exitosas se centran en que sus estrategas conocen el “porque“ (Why), la razón de ser.Sinek entiende que el 100% de la gente conoce lo que hace, un porcentaje menor sabe explicar como lo hace y la menor cantidad de personas conocen porque lo hacen (gracias a @mancini por la explicación). El “porque” es una certeza, un ápice de seguridad, es el rumbo pautado en el momento cero de la estrategia, es la característica definitiva de una estrategia. Nadie va a preguntarse porque hacen lo que hacen solo confiarán ciegamente en la principal pauta. Todo soldado tiene fe de que su general quiere ganar la guerra.
Pero en el ejercicio diario nos encontramos con que las estrategias son variadas y muchas veces están ocultas bajo un velo patológico en las organizaciones. Son los antiguos dueños de la pelota, los que aducen miedo a la exposición pública. Cosas que no se dicen y cosas que no se hacen, o se hacen a escondidas.
Las estrategias comunicacionales integradas ya son un must de las organizaciones, en el mundo actual no hay lugar para las antiguas marcas alejadas de la realidad, que buscaban captar al cliente mediante mensajes mesiánicos.
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